Todo llega, en algún momento de nuestra vida.
¿Todo?
Sólo debemos ser pacientes y...cuando menos te lo espera, está ahí, delante de tus ojos, en tu camino. Todo llega.
Tal vez te esfuerzas demasiado en querer conseguir algo, en obligar a que los acontecimientos sucedan. Y tal vez lo que realmente necesites es no esforzarte, sino dejarte llevar, fluir como una mariposa en el aire. Engañar a la estúpida impaciencia, con momentos que nazcan de la improvisación. Tal vez sea lo ideal, lo correcto.
Parecemos un rebaño de ovejas que vamos hacia el mismo lado, buscando los mismos objetivos y no nos paramos, nos plantamos y pensamos porqué escogemos esa dirección. Me planté, aquí me quedo, y no pienso atosigarme calculando cuánto tiempo estaré así. Nada de planes, no futuro, no compromisos absurdos que me hagan perder tiempo. Sino realidad, firmeza, decisión.
Hay una canción que me gusta mucho de VETUSTA MORLA, que se llama Copenhage, dice algo como "dejarse llevar, suena demasiado bien", y es verdad, suena tan bien que a veces te juega malas pasadas.
Comentarios
Que o diga a imagem!
beijos poéticos!
abraços almadossss!
Vera Lúcia